Es uno de esos días en que la tristeza puede con todo otro sentimiento que se acerca y trata de seducirnos.
Ya no está más Leonardo Favio. Ese artista coherente, militante y apasionado, que iluminó el camino de -al menos- un par de generaciones de hacedores de cine. Que demostró que el peronismo es absolutamente inasible sin incursionar en el pantano de los excesos.
Nunca dejó de lado la actitud inquieta de quien va buscando nuevas caras a la expresión artística, a las manifestaciones de la belleza, un universo estético que se diferencie en algo de lo que ya teníamos. Por eso convivieron en él Nazareno Cruz, Juan Moreira y la canción romántica.
El cine y la poesía. La poesía en imágenes. El peronismo. La identidad. El coraje. La militancia. El niño solo. Nazareno. Moreira y Chirino. Pantalón cortito. Gatica. Sinfonía. La que ya te olvidó. La tristeza que nos quedará por mucho tiempo.
«En mis películas no hay un solo personaje que no esté dentro de mi corazón«.
Gracias por tanto, compañero Favio…
¿Yo? Inimputable 
simplemente eso querido fede solo un genio que le toco hacer desde el arte peronismo, hacer identidad hacer argentina hacernos a nosotros y nuestros hijos. en el se vió la maravillosa mixtura de esto que es nuestro ser nuestra escencia el ser mitologico o de leyenda, mazareno y el mono, y ese ser que le canta a la que lo olvido y el no puede olvidarla. la ternura de lo real y lo irreal. como es el peronismo en si lo que se creía irreal lo hace real.